Una investigación de la Universidad de Vigo confirma la contaminación por metales pesados en la ría causada por las minas de San Finx.
Plademar Muros-Noia exige más investigación y adoptar medidas cautelares.
Noia, 29 de junio de 2020.
La prestigiosa revista científica “ Quaternary International” acaba de publicar los resultados de una investigación realizada por científicos de la Universidad de Vigo sobre los impactos de la actividad humana sobre la ría de Muros-Noia. El estudio, que analizó muestras de sedimento de la parte media de la ría, encontró evidencias que demuestran que la contaminación de la ría por metales pesados está directamente vinculada a la actividad minera en San Finx.
En el fin del siglo XIX se produce un primer pico histórico de concentraciones de cobre, zinc y plomo, debido al inicio de la actividad, mientras que a lo largo del siglo XX los aumentos significativos de contaminación por estos metales están vinculados con los momentos de máxima producción en estas minas de Lousame, situadas a tan sólo 7 km de la ría. La contaminación no desapareció en el tiempo a pesar de que la mina estuvo sin actividad económica desde 1990 hasta 2009, dado que las galerías de desaugüe continuaron virtiendo unos 50. 000 litros de agua contaminado por metales pesados cada hora, las 24 horas del días, los 365 días del año, a lo que se suma la contaminación derivada de las escombreras y de las presas de residuos mineros abandonadas.
Este estudio confirma otro publicado anteriormente en 2013 en la revista “ Scientia Marina” por un equipo del Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC, liderazgo por el profesor Ricardo Prego, y que ya había evidenciado los altos niveles de cobre presentes en la zona de la desembocadura del río Traba, contaminado por los drenajes de las minas de San Finx.
PLADEMAR exige más investigación y medidas cautelares. Desde PLADEMAR alertamos que las muestras de estos estudios fueron tomadas antes del reinicio de la actividad minera en 2009 de modo que aún hoy se desconocen los impactos causados durante la última década, particularmente en las zonas más próximas a la desembocadura del Traba. Por eso, exigimos a la Administración que promueva un estudio para conocer de forma precisa el impacto que la contaminación minera está teniendo sobre la ría, de modo que se adopten decisiones informadas que puedan prevenir futuras afectaccións a los bancos de marisqueo.
En ese mismo sentido, recordamos que existen técnicas comprobadas y utilizadas en otras partes del mundo que impedirían de forma inmediata la continuidad de los vertidos de aguas residuales de mina, incluyendo el relleno de labores subterráneas (“backfilling”), el sellado de galerías de desaugue mediante ‘bulkheads’ y el taponado de pozos y chimeneas de ventilación, permitiendo la reinundación de las plantas vaciadas desde 2009 y creando condiciones anaerobicas que minimicen los procesos de generación de drenajes ácidos de mina.
Link al artículo “ Quaternary International”:
https://www.sciencedirect. com/science/article/abs/pii/S1040618220302287