Lugo

El Anxo Carro aguardaba, en una tarde casi veraniega, un duelo entre equipos con una gran necesidad de sumar tres puntos pero en escenarios diferentes. Dos realidades distantes que bien pudieron ser determinantes en el desenlace del duelo. Esa pizca de fortuna, sumada a la efectividad, que acompaña a los equipos que luchan por cotas altas acabó sepultando a un CD Lugo que generó más ocasiones que el Albacete pero no logró materializarlas.

Los manchegos, la gran revelación de la campaña en LaLiga 1|2|3, presentaron sus credenciales a equipo aspirante al ascenso en cuanto Ais Reig señaló el inicio del encuentro. El equipo de Ramis quiso robar el balón a un conjunto albivermello que tenía como principal misión dar continuidad a las buenas sensaciones de Cádiz. Fueron sólo los cinco primeros minutos, pero los visitantes habían enseñado el colmillo. A partir de ahí el conjunto de Monteagudo comenzó a esbozar los primeros trazos de ese equipo reconocible, con predisposición a dominar el balón, que es capaz de generar bastantes ocasiones.  Lazo se estrelló en el lateral de la red, Pita buscó sorprender desde la frontal y de nuevo el sanluqueño, buscando siempre junto a Luis Ruiz las espaldas de Tejero, enviaba un disparo curvado a la derecha de la meta de los manchegos. Tres chispazos que encendían a afición y equipo, pero insuficientes para cobrar una ventaja.

Quien si la cobró fue el Albacete y no necesitó ni realizar su primer tiro entre los tres palos. Una acción que comenzó con una falta lanzada por Eugeni desde la frontal tuvo como final un gol en propia meta. Entre medias un sinfín de rebotes en los que la moneda cayó de cruz siempre para los albivermellos, que se veían por detrás sin comerlo ni beberlo. Los lucenses remaron hasta el descanso, pero no fueron capaces de firmar las tablas pese a frecuentar el área del Albacete hasta entonces.

Vuelta de vestuarios y el conjunto amurallado seguía sufriendo el mismo problema: las ocasiones llegaban, pero el balón no entraba. Primero Manu Barreiro enviaba por encima del larguero un pase de la muerte de Pita y después con el balón, esta vez sí dirigido entre los tres palos, Tomeu metía una mano salvadora a un golpeo a bocajarro de Juan Muñiz. Los locales perdonaron y Febas, en un golpeo imparable, hacía un 0-2 que era una cuchillada en la yugular. Con un tiro entre los tres palos el equipo aspirante al ascenso se situaba con dos tantos de ventaja y el que buscaba huir de la zona caliente quedaba noqueado. 

Desde la banda vieron el gol las dos piezas con las que Monteagudo buscaba dar un paso más en pos del empate, Campillo e Iriome. Dos tantos por debajo que se antojaban complicados de remontar. El golpe había sido duro. También probo el técnico de Valdeganga introduciendo a Toni Martínez para acompañar a Manu Barreiro, pero los lucenses, que tuvieron hasta tres mano a mano en los minutos finales, vieron como el conjunto blanco hacía aún más daño con un trallazo de Tejero desde fuera del área, ajustado al palo. Duro castigo el 0-3 para un Lugo que no supo tener el acierto de su rival. Desde mañana los albivermellos comenzarán a preparar el importante partido ante el Alcorcón.